Mi enfoque
El ser humano es de naturaleza intrínsecamente buena y con tendencia innata a la autorrealización. La naturaleza, de la que este ser humano forma parte, expresa una sabiduría mayor. Por lo tanto, como seres humanos debemos confiar en la forma en que las cosas ocurren, evitando controlarnos o controlar nuestro entorno.
La conciencia que tenemos de nosotros mismos y la forma en que nos identificamos con nuestro "yo" o "ego" es pieza clave de nuestra autorrealización.
Se parte desde un reconocimiento del cuerpo como una fuente válida de mensajes acerca de lo que somos, hacemos y sentimos, así como medio de expresión de nuestras intenciones y pensamientos.
Se tiende a valorar lo racional sobre lo emocional, esto produce un desequilibrio en nuestro organismo, ya que desconoce aspectos valiosos de nosotros mismos o los subestima, relegándolos al control de otros.
El cultivo de lo emocional, lo intuitivo, lo contemplativo, por parte de la psicología, es un intento por reestablecer ese equilibrio.